La vida mañana

Como cada mañana, al despertar, permanecí un rato quieto, con los ojos cerrados, escuchando mi cuerpo. Con gran esfuerzo gire sobre mí con cuidado, buscando el suelo, lento, a la espera. El suelo no estaba frio, sólo tibio (una de las bendiciones de la madera), pero con sólo poner una mínima parte de presión la…

No puedes

Era temprano, al alba casi, pero ya estaba en pie. Las clases comenzarán en unas tres horas y eso le deja un buen rato para pasar por la cancha. Esa hora u hora y media eran parte de su rutina diaria desde que, hacía dos años, el entrenador le dejó fuera del equipo. “Que no…