Este va a ser un post de altos vuelos… Disculpen que suene inmodesto, pero no me refiero a la calidad, profundidad o trascendencia del post, más bien lo digo por algo más prosaico. Este es “literalmente” un post de altos vuelos porque tecleo estas palabras a miles de metros del suelo, a un fleje de “feets” que dirían mis nuevos vecinos…
Aprovecho el, más que angosto, espacio que Ryanair ha tenido el detalle de alquilarme para viajar y voy a intentar escribir el que es de los posts más deseados cada año por mi desde hace ya casi tres años. El post dedicado a la nueva equipación de nuestro Granca.
Fue el viernes pasado, si no me traiciona la memoria, cuando fuimos convocados a acercarnos a los alrededores del teatro Pérez Galdós para poder ver, aunque sea fugazmente, a nuestro equipo: podríamos saludar a un siempre simpático Eulis Báez, a Albert Oliver o a alguno de los nuevos compañeros de plantilla.
Pero el Granca tenía una doble intención con esta convocatoria: iba a presentar las nuevas camisas de forma original y cerca de la gente. Los que se animaron a ir no tendrían que esperar a pasarse por la tienda o conformarse con las fotos que ofreciera la prensa o el club, en este caso podrían ver de cerca cómo eran.
El equipaje titular que veremos cada partido en el Gran Canaria Arena no tiene grandes diferencias respecto al anterior. Lo primero que se aprecia es que el color vuelve a un amarillo más convencional dejando atrás el tono bastante anaranjado del año anterior. Otra diferencia más o menos evidente es la supresión de las clásicas líneas Adidas del lateral para ser sustituidas por una pequeña decoración en tonos celestes y blancos. Un color celeste que recuperamos tras varios años, pues ya se incluyó en un uniforme de KS años atrás y en los polos en uno de los años de Spalding.
Pero saltó la sorpresa y no fue pequeña. Quien fuera a ver la presentación pudo pensar por un momento que iban a disputar un partido el Granca y los Cavs de Cleveland.
Pronto percibiría la ausencia de LeBron James, hombre difícil de “no ver” en caso de estar presente.
La realidad es que la franquicia NBA no se había desplazado hasta nuestra querida Gran Canaria… (ya se la echa de menos) Lo que de verdad pasaba es que el atrevimiento de Adidas, el Gran Canaria o vaya a usted saber quién, hizo que perdiéramos el equipaje azul (que siempre ha sido nuestro uniforme suplente) para ser sustituido por un uniforme que manteniendo el diseño del amarillo, cambiaba los colores por un rojo tirando a granate o vino, junto al clásico amarillo del Granca. De este modo su apariencia realmente nos hace recordar la camisa de la franquicia de LeBron.
Mi asombro fue máximo y me apresuré a twitear desde el perfil de blog y preguntar al personal que tiene el buen criterio de seguirnos (gracias por ello) qué les parecía la nueva equipación. No hubo unanimidad, pero casi.
En general ha gustado muchísimo, especialmente el rojo. Las principales quejas, tanto en nuestro timeline como en el perfil oficial del club venían más por las decoraciones celestes que por la imprimación color vino de nuestro segundo equipaje.
El 50% restante de la redacción de GranCaMentarios, es decir, el que no escribe esto, también está encantado con la nueva equipación y aplaude hasta dolerle las manos el arrojo de la dirección al tomar esta decisión.
Yo mismo reconozco que la camisa color vino es bastante bonita. La combinación del amarillo brillante y el granate funciona a la perfección. La cuestión no es esa, mi primera, segunda y tercera impresión al respecto esta influenciada por otras razones…
No obstante, querido lector (o lectora), permítame que haga un parón brusco en la narración para enviar una duda al ciber espacio. Una duda que poco (nada) tiene que ver con el baloncesto, el Granca o la moda deportiva. Una duda que tal vez sólo venga producida por el mal de alturas o la ya dura lejanía del terruño que me vio nacer, pero…
¿Por qué carajo decide ir todo el mundo a la vez al baño en un avión? Cuando empecé estas líneas no había absolutamente nadie en el baño, y ahora hay más cola que en las oficinas del paro de las que huyo tan lejos…
Perdonen la interrupción, continúo.
A lo que iba: la verdad es que si que tengo un problema con la nueva equipación del Granca. No con si es o no bonita, no con si es o no atrevida. No, mi problema es que a mis ojos esa no es la equipación del Granca. Parece la equipación de otro equipo que goza del confuso patrocinio de Herbalife y el Cabildo de Gran Canaria.
Los dioses me libren de parecer un ortodoxo (sé que lo parezco), pero no es una cuestión de clasicismo o tradición (que también), sino de identidad.
Alguno me dirá que no hace mucho el Granca vestía de blanco y cambiamos a amarillo sin mayor drama, pero ese “alguien” creerá que los años ochenta fueron “no hace mucho” y como poco, tendrá una visión distorsionada del tiempo (o más años que un bosque de secuoyas). La realidad es que aquel cambio (de blanco a amarillo) tras la compra del Cabildo de la totalidad de las acciones del club era un paso natural. El amarillo y azul han sido los colores de nuestra isla por largo tiempo, en cambio, rojo vino no.
Esto no deja de reforzar una tendencia que a mí particularmente no me gusta nada en la liga. Los clubs cada vez tienen menos identidad, menos carisma y pasan a ser una especie de franquicias intercambiables con múltiples cambios en colores, logos y nombres.
Si es usted un habitual de este blog (gracias, mil gracias, en serio) y además observador, verá que siempre hemos guardado una norma estilística pelín friki. Nunca ponemos los nombres de los patrocinadores al citar a los clubs: siempre hablamos de Saski Baskonia, Bilbao Basket e incluso CB Málaga, resultando tal vez irreconocibles esos equipos para el espectador puntual.
Esto no lo hacemos por una guerra contra los que ponen la perras para pagar el convite, al contrario, sino porque queremos revindicar que ni Movistar, ni Tuenti, ni Adecco… a nosotros nos mola el Estudiante. Ni TDK, ni Rechc, ni Bruxa D’Or, quien recordamos con ternura es al Baquet Manresa. Por supuesto, nada nos interesa menos que una fábrica de cerámicas como TAU o Pamesa, nos gusta (o disgusta)¨el Saski Baskonia y el Valencia Basket.
Particularmente sangrante es que en muy pocos años dos equipos distintos hayan tenido el mismo nombre con muy poca diferencia de tiempo entre si, como es el caso del GBC y el Bilbo Basket, habiendo disputado ambos la ACB bajo el nombre de “retAbet.com” o como sea.
Una cuestión clave para que un producto sea interesante para el público es que pueda identificar a sus protagonistas con la mayor facilidad posible. En cambio en nuestra liga esto no resulta nada fácil, muchos son los que morirán llamando TAU al Baskonia sin importar que exista un equipo con ese nombre en LEB.
Debemos tener unas claras señas de identidad, fáciles de recordar, fáciles de identificar por propios y extraños. Es por esto que el Granca, cuando no va de amarillo, debe ir de azul para mi modesto criterio.
Otra historia es tener un tercer equipaje para la fantasía, como lo fueron el verde o el blanco con AND1 o el negro con KS. Ahí si que cabe cualquier diseño que permita tener ropa más original con el escudo de nuestro club.
Bueno, parece que llegamos algo antes, y que vamos a aterrizar en breve…. Bajemos a este post a dónde se merece, al nivel del suelo.