Estábamos finiquitando el siglo anterior, en 1999, cuando el baloncesto femenino canario consumo su mayor éxito. Uno que hizo que muchos (entre los que, para mi vergüenza, me incluyo) se fijaran por primera vez en un fenómeno “curioso”; las chicas saben jugar a esto… y muy bien además.
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CB Islas Canarias |
La copa Ronchetti era el equivalente a la actual Eurocup, la final a doble partido, como la masculina pero, a diferencia del Granca, el Baloncesto Islas Canarias jugó el partido de vuelta en casa y gano el titulo. Los que nos acercamos al CID con la creencia que íbamos a asistir a un juego de salón, poco físico o de menos intensidad del acostumbrado no podíamos estar más equivocados. No es que tenga un recuerdo demasiado fresco pero sí que se me grabo en la retina lo que es defender con todo, lo que tienes y lo que no, atacar con corazón pero con unos fundamentos que desearían algunos de los profesionales que pululan en las canchas masculinas de Europa y Estados Unidos, como el espectáculo de este bendito juego no solo son los mates y tapones al nivel de la estratosfera sino que es a ras de parquet donde se demuestra quien domina los partidos.
A los que aun duden de esto les invito a visitar al equipo amarillo, que pese a no estar bajo los focos del Gran Canaria Arena ni recibir apenas atención mediática es bastante más que el «otro» equipo de élite grancanario. Seguro que no saldrán defraudados. Juntos, quizás conquistaremos nuevos campeonatos, pero si no se puede lo que si lograremos será seguir formando un montón de jugadoras que serán, así mismo, mejores ciudadanas con los valores del deporte.