​Cuando los finados se inquietan, y preparan salerosos sus correrías anuales en la celebración de los difuntos o Haloween, según nuestro nivel de porosidad cultural, otros seres, no menos monstruosos,arrancan un nuevo curso baloncestístico. La mejor liga deportiva del planeta, —y del universo conocido, porque así soy yo; echado pa´lante—, inicia la liga regular con un número récord de españoles en sus plantillas: diez jugadores, un entrenador asistente y otro jugador, que pese a no nacer en España es canario por elección, por adopción y porque nos da la gana a nosotros, ¿qué  pasa? 

Empezaré por este último.  Nuestro canario de Mario,  Edy Tavares, cumplirá su segundo año en Atlanta con el objetivo de formar parte de la rotación del equipo de forma continuada. No es tarea sencilla, las carencias ofensivas de Edy y algunos puntos débiles, aún a nivel técnico, generan algunas dudas. Desde mi punto de vista no tendrían que ser un impedimento para que su concurso fuera útil. En los roles NBA hay muchos jugadores importantes que son capaces de aportar al juego sin que el balón pasen por sus manos. La cualidades defensivas del bueno de Edy son evidentes y la supuesta falta de movilidad, se palían con sus doscientos cuarenta centímetros de envergadura. En ataque es rápido, y contundente en los bloqueos, además, de un finalizador inapelable. Que no le encontraran hueco en sus sistemas de juego sería  un fracaso del organigrama técnico de los Hawks.

Los hermanos Hernangomez: dependerán de suerte y el trabajo para disponer de minutos. Ambos, tienen dos o tres jugadores indiscutibles por delante en la rotación de sus equipos, pero la temporada es larga y las oportunidades llegarán; sólo les queda estar listos cuando llegue.

Abrines: seguramente es el que más difícil lo tiene, sus carencias defensivas es el principal objetivo a corregir. Puede convertirse en un especialista en el tiro, en un equipo en el que abundan las oportunidades de tiros abiertos.

Chacho: le sobra calidad, le faltarán victorias; Los Sixers serán de los peores equipos del año y esto no tendría que ser malo para nuestro paisano tinerfeño. La franquicia sabe de su calidad y debería sacarle provecho, pero, si hay una organización con ánimo de auto destrucción, es ésta. 

Calderón: un día más en el trabajo, eso es lo que se espera de él. Ayudar, tutelar a los jóvenes, experiencia, tiro…, y aguantar la tragedia angelina.

Rubio: Tras el año más difícil de su vida (en lo personal) Ricky se enfrenta a un reto complicado, le han fichado a un rookie en su posición, eso no es para estar tranquilo. Podría ser traspasado en breve y no se sabe como puede salir algo así. Pese a las trágicas circunstancias de su vida no se le borró la sonrisa de la cara, eso demuestra la fortaleza de un tipo que merece que las cosas le salgan bien.

Ibaka: tiene ante si, contando con la salud de sus rodillas, un año para reivindicarse en Orlando. Tiene los puntos, la defensa y los rebotes necesarios, para lograr un contrato impresionante el próximo año. Y además compite en el Este.

Mirotic: después de un gran primer año logró que lo respetaran en la liga. La clave será que mantenga una regularidad en su aportación. Chicago está intentando redescubrirse y él puede ser un pilar en esa misión.

Jordi Fernández: el nuevo entrenador asistente de Denver continua su ya larga carrera americana, dando un paso más en la carrera a dirigir un banquillo NBA.

Los hermanos Gasol: No voy a cometer la osadía de extenderme en las posibilidades de dso señores que no es que estén consagrados, es que son dos estrellas, dos all star de la NBA. Pau tendrá una nueva oportunidad de ganar un anillo y Marc quiere volver a ser el referente de un equipo que siempre tiene la vista en un futuro que no termina de llegar.