Hagamos un ejercicio de imaginación: Final Olímpica, España Vs USA: nuestro equipo realiza una épica actuación y llegamos a los últimos segundos tres puntos arriba en el marcador (todo ilusión), pero un error arbitral acaba con nuestros sueños. Al final, la lógica se impone y los americanos se llevan el Oro, otra vez… ¿Cuántos de los medios nacionales se pondrían a contemporizar la decisión arbitral? ¿Cuántos saldrían en defensa (justa, por otro lado) de los árbitros? ¿Cuántos se mofarían del hecho de que los agraviados se sintieran frustrados? ¿Cuántos directamente lo ignorarían? ¿Cómo reaccionarían al ver vídeos de los Yankies partiéndose el culo por el error arbitral y nuestro lógico cabreo?

Exactamente… ninguno. Pues, esto mismo pasó el pasado fin de semana en la Copa y no fue culpa de los árbitros, no tengo la menor duda de que no vieron el campo atrás, no es más que algo que puede ocurrir en un partido. Pero lo que no debería pasar nunca es, que en un país que hace de la polémica una forma de vida, cuando es a favor de algunos nos pongamos todos la mar de razonables.
Lo que pretendo decir es que algunos medios no han estado a la altura. Los que dedicaron un montón de minutos a analizar un final polémico, pero bien arbitrado, en un partido de Liga regular de Euroleague por una falta tonta de Carroll, ahora ven inútil dedicar tiempo a una jugada que evita el premio justo de un equipo. Hace décadas el Barça perdió una final europea por una decisión arbitral y aún, hoy en día, se habla de ello, pero claro, era uno de los grandes. No se trata de regodearse, pero sí de ser más sensibles con los pequeños y tener una visión menos, mucho menos, centralista (en un partido Madrid-Barça no se hablaría de otra cosa). Puede que sea poco objetivo en esto, no lo oculto, pero es que la cantidad de ejemplos de este tipo de injusticias son incalculables. Que Doncic se fuera a la NBA los azora, pero cuando desmantelan al Murcia o Fuenlabrada en mitad de temporada lo acogen con un encogimiento de hombros y un «¡es natural…!», como toda respuesta.

Especialmente, enfadado estoy con un programa, uno de esos podcasts que tanto he alabado y en el que se cometió, desde mi punto de vista, una absoluta falta de visión global y lo que es peor, una falta del más elemental decoro: Tirando a Fallar y su director Vicente Azpitarte. Ya venía Vicente de cubrirse de gloria en un tweet a Pedro Martínez esta misma semana, pero luego, no se le ocurre otra cosa que preguntar, al poco tiempo de perder una final, al bueno de Pedro por un jugador rival, así, en caliente. La respuesta de coach fue la lógica y la adecuada. Pero la metedura de pata de Azpitarte no quedo ahí, fue más allá en su sesgada forma de tratar el evento. Cuando no hablaba con los ganadores de la copa el calado de sus preguntas eran del tipo «¿no pudo ser, no?» o, ya en el punto máximo del bochorno, y es el motivo último que me impulsó a redactar estas líneas, interrumpir al pobre Oriola en mitad de una respuesta a sus «profundas» preguntas con un abrupto, «claro que sí Pierre…» y cortar la comunicación para dar paso a Ayón…vergonzoso.

Ha sido una Copa deslumbrante. Equipazos, partidos grandiosos, enormes jugadores, un campeón justo e histórico… pero lo cierto es que me ha llamado la atención esto, una pena. Qué se le va a hacer, cosas de provincianos…

(Puedes escuchar el audio de la «entrevista» a Pierre Oriola y cómo le interrumpe groseramente en este enlace de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=DUL0xJtxLPM )

[Tras la publicación del post Vicente Azpitarte, a través de Twitter, nos dice que no ocurrió exactamente como «parece», que fue un error no forzado, pero que prefiere no contar los detalles. Sea como fuere, ni el análisis, ni el corte, ni el resto queda enmendado. Pero en honor a nuestro estilo, añadimos el twitt de la aclaración]