Durante el nefasto partido del CB Gran Canaria ante el Baloncesto Fuenlabrada la comentarista dio tal vez con una de las claves que explicarían el bajón en el juego de las últimas jornadas. Amaya Valdemoro, mega estrella del baloncesto con un palmarés[1] de ensueño y que de este juego algo debe saber, comentó que los síntomas del mal juego del Granca, en especial en la faceta del tiro, podrían ser prueba de que están en una fase de aumento de intensidad en la preparación física, probablemente, con la vocación de llegar en un momento dulce para el Play Off.
Dado que somos un blog de un par de indocumentados y que, por tanto, no podemos ir a cotillear los entrenamientos del Granca, vamos a dar a la opinión de Valdemoro la categoría de hecho muy probable, y a partir de esto, reflexionar en torno a una duda muy concreta: ¿Es mejor lograr un punto de forma alto en Play Off aunque para ello sacrifiquemos una mejor clasificación en ese cuadro de Play off?
Este debate no parece menor pues, seamos honestos, jugar contra el Real Madrid del portentoso Llull, Doncic, Rudy, etc. no es lo mismo que ante un Canarias, por ejemplo, que, aunque es un rival de gran nivel, es objetivamente más asequible que el Madrid, por no hablar de la facilidad para trasladarse a ver los partidos de la serie que se juegan fuera.
Ya queda en el terreno de lo altamente improbable, pero, no hace tanto, ser cabeza de serie era un objetivo factible. Este bajón en el rendimiento actual, en preparación de esa presunta mejoría en el Play Off, pudo costar que no podamos optar a ese objetivo y… ¿es mejor jugar en forma dos partidos fuera de casa que dos partidos en casa más apurados en lo físico?
El Play Off para el Granca, siendo honestos, tienen el vital y único objetivo realista de lograr ser el mejor de los equipos sin plaza en EuroLeague. Lograr una invitación para la EuroLeague supondría un salto de calidad tanto en lo deportivo como en lo económico importantísimo y cada acción del club debe enfocarse a este objetivo a medio camino entre lo deportivo y lo institucional.
Asumiendo esta premisa, no se trata tanto de poder tener un equipo muy fino para disputar la liga, objetivo utópico, sino simplemente mejorar el resultado del Valencia Basket, Andorra y el Canarias, lo que pasa, indiscutiblemente, por superar la primera fase como mínimo.
Al final todo este debate se puede resumir en otra pregunta ¿el Granca de este año, jugando a tope, puede competir a un nivel tan alto como para superar la primera fase sea quien sea el rival? La verdad es que hemos vivido puntos de juego durante la temporada en los que el equipo parecía imparable y tal vez esta confianza en el potencial de la plantilla sea el mejor camino para el éxito.
Con honestidad, no parece algo especialmente demencial que este Granca en su mejor momento pudiera ser finalista, pero claro, en ese camino con esta estrategia nos tocará eliminar si no a un futbolero, a un equipo de esos cuatro que nos superan en potencial económico por mucho.
Como siempre decimos, toca confiar en los líderes del equipo, en el cuerpo técnico y en aquellos que han tomado esta decisión (si toda la teoría de Valdemoro fuera acertada) pues son ellos los que siempre nos han proporcionado las mejores satisfacciones, sin ir más lejos, nuestro primer título oficial de la historia.