El show está a punto de comenzar. esta vez, todo indica que será algo especial.
Repetimos, o para ser más exactos, triplicamos equipos. Por primera vez en la historia de la NBA, dos equipos se encuentran en tres años consecutivos, en las postrimerías de la temporada. La primera vez fueron los Warriors los vencedores; el año pasado, los Cavs remontaron, contra todo pronóstico, un tres a uno; este año, cualquier cosa puede pasar.
Lebron y sus lebrones están a tope, han jugado en Playoff a un nivel que nunca habían alcanzado anteriormente; un tridente encabezado por James, pero muy bien secundado por Irving y Love, que también se encuentran en el nivel más alto de sus carreras. A todo ello, suman una colección de francotiradores letales, que se parapetan en las esquinas esperando su oportunidad de aniquilar el aro rival. Si todo esto fallara, tienen al mejor reboteador ofensivo: Thomson, para rebañar todo lo que pueda en su ámbito de acción. ¿Qué puede salir mal?
Pues puede salir mal porque los de la Bahía tienen a Curry (esta vez totalmente sano); el mejor tirador tras recibir de la Liga; Thomson, al alma, corazón, cerebro, y carácter del equipo; Green, a un banquillo con más calidad, y encima, al nuevo, ese muchacho de Washington de 2,11 que juega de alero, que penetra, tira, pasa, rebotea y es uno de los mejores jugadores de la Liga en los últimos años: Duncan, que se la tiene guardada a Lebron desde hace algunos años.
Nunca antes tantos All Stars habían disputado juntos una final. Cuatro, de los cinco mejores jugadores (con diferencia) de la Liga, estarán presentes; dos en el mismo equipo (Warriors). Otros, que, si bien no son All Star, si tienen el nivel requerido para serlo. A todo ello, se suma la rivalidad de dos súper equipos que han llegado a las finales con un doce/cero y doce/uno, respectivamente en Playoff. Un espectáculo de máximo nivel e igualdad, que podría darnos siete partidos con prórrogas o si algún matiz lo desequilibrara fatalmente, podría resolverse en cuatro… que los dioses del baloncesto no lo permitan. Es una ocasión para disfrutar del Basket al máximo. Serán, sea cual sea el desenlace final, una final con una rivalidad ya para la historia. Los Play Off han sido solventados con una apabullante presteza, ahora los titanes se enfrentarán a sus iguales, veremos que ocurre, pero por estas cosas nos gusta este juego.