Pues me toca hoy hablar, aunque sea brevemente, sobre el coach Casimiro. Sobre su temporada amarilla, sus resultados, expectativas, renovación y demás zarandajas estivales.

Ya se ha escrito aquí sobre cómo entendemos las críticas a los entrenadores y como hay mucho iluminado, salva equipos de salón, genios del juicio a posteriori, eruditos del error ajeno que rumiando su mediocridad ejerce su libre derecho a la opinión. Pero ese no es nuestro estilo, tampoco lo es el resultadismo. Si lo fuera, poca pega se le podría poner a don Luis: primer título de la historia del Granca y clasificarnos para Euroleague eran cosas dignas de la más alocada ficción hasta hace bien poco y son realidad ahora.

La parte más importante, a nuestro entender; el disfrute, la espectacularidad, lo lúdico, ha brillado de forma racheada (como los jugones de clase media que siempre hemos tenido).

La anotación ha sido alta y el juego habitualmente ágil. Pero también nos hemos acostumbrado a jugar y ganar a equipos, en teoría inferiores, al tran tran. Pocas cosas más cansinas de ver que esas maneras de equipo medio-grande.  Partidos pesados en los que parecía que el rival, sí bien inferior, tenía mucha más hambre que nosotros. Hambre que nos ha definido cuando éramos más humildes, cuando la entrega y el sacrificio era nuestra seña de identidad. ¿Es eso es culpa del entrenador? No lo sé, puede que sí. Al menos es una parte de su trabajo concienciar a los suyos.

Con todo esto ¿Se debe renovar a Casimiro? La tradición del Gran Canaria y nuestro gusto por la estabilidad de aquello que funciona indica que sí. Sólo se ha dejado de renovar a un entrenador con buenos resultados cuando éste ha querido irse o por “Bravas” razones en el caso de Pedro Martínez. Sea cual sea el futuro del banquillo, este verano, al menos por el momento, ofrece un buen catálogo de entrenadores interesantes (Joan Plaza, Fotis Katsikaris, etc.) y, además, contamos con el novedoso atractivo de jugar Euroleague que nos facilitará el fichaje tanto de jugadores como de entrenador si fuera necesario.

Finalmente, para nosotros Casimiro ha logrado un aprobado alto: 7’5