En este blog nos auto prometimos no ceñirnos a la actualidad, pero hay días que ésta te coge por los hombros y te deja claro que “ella” decide de que va a ir el post de ese día. Hoy es uno de esos días…
Venimos de un emocionante sorteo de Copa ACB que nos tenía a todos tensos como cuerdas de guitarra, sin dormir, ni comer, sin pensar en otra cosa… bueno, no, en verdad nos daba más o menos igual, en especial porque en los sorteos de la Copa la emoción rara vez hace acto de presencia.
Lo más parecido a “emoción” es el pánico a que no te toquen los “futboleros”, por lo demás sabes que ningún rival hará que te pongas a ver los cuartos tranquilamente confiado de la victoria. Por lo demás, siempre suele ser predecible. Por ejemplo, cómo mágicamente el Madrid y el Barça siempre acaban en lados opuestos del cuadro garantizando que sólo se enfrentarían en la final, cuestión que están deseando con todas sus fuerzas en Movistar para poder importar a todos los futboleros que sólo ven el baloncesto en estos partidos… a la mierda el espectáculo, lo importante es arrejuntar a todos estos delante de la tele aunque no sepan diferenciar unos pasos de unos dobles…
Un año más debemos insistir en que Iker Jiménez, la gente de La Rosa de los Vientos y que se yo quien más, deben investigar lo de los sorteos de Copa ACB porque siempre se da esta curiosa circunstancia: de las últimas diez copas, sólo en dos ocasiones los futboleros han ido por el mismo lado del cuadro, enfrentándose en cuartos de final y, por tanto, coincidiendo con que uno de ellos no era cabeza de serie. El resto de años, cosas de la vida, nunca tuvieron la suerte de enfrentarse en semifinales, garantizando que al menos uno de los dos finalistas no estuviera dopado hasta los topes de dinero del fútbol.
¡Serendipias del baloncesto!
Sea como fuere, no podemos andar destripando mucho el sorteo de Copa porque en un ratito debemos estar en el GCA con el culo bien prieto.
La EuroCup es, por puro ejercicio de lógica, el torneo más factible de ganar y con mejor recompensa para nosotros. La Copa son tres partidos, y bueno, qué demonios, este año tenemos equipo para dar un disgusto a quien sea a un sólo partido. Pero la recompensa es básicamente un montón de orgullo, portadas en las que dirá muy muy grande que el equipo futbolero de turno pierde la copa ante el Granca y bueno, tal vez una borrachera pre-lunes bien gustosa.
En cambio, ganar la EuroCup, supondría acceder a EuroLeague (o vete tu a saber), lo que supondría un verdadero empujón para nuestro equipo y todo un gustazo. Pero obviamente este no es un reto fácil y además el Granca ha decidido ponérselo aún más difícil.
Tras la derrota en el GCA contra el Lokomotiv y la más inesperada de Fuenlabrada, el margen de error es escasísimo para poder clasificarnos para la siguiente fase.
Ganar todo lo de casa y al menos uno fuera sería la mejor garantía para clasificarnos, y estas cuentas implican ganar hoy ante un UCAM mermado tras la extirpación de una pieza clave por parte de uno de los futboleros (luego nos preguntarán por que les tenemos tanto asco). Faverani va rumbo Barcelona debilitando el juego interior del equipo universitario, aumentando nuestra “presunta” ventaja en esta faceta.
En el juego exterior veremos el duelo entre dos auténticos jugones de los que el cuerpo te pide aplaudir jueguen con la camisa que jueguen. Nuestro Bo McCalebb contra el pedazo de jugón de Facu Campazzo. Difícil que no hagan alguna diablura uno o ambos.
Así que a intentar disfrutar del baloncesto esta noche.